lunes, 25 de enero de 2010

Clase día 11 de Noviembre de 2009

Roberto nos habló de un poeta gallego, tal vez el mejor poeta en una lengua de poetas, en tierra de poetas. ¿Existen tierras de poetas? podemos llamar tierra de poetas a lugares donde hay más poetas de lo normal por metro cuadrado, como puede ser Cádiz también. Se suele dar más poesía curiosamente en las zonas más subdesarrolladas de España.
Celso Emilio Ferreiro

(Celanova, 1914 - Vigo, 1979) Escritor en lengua gallega, máxima figura de una poesía social y políticamente comprometida con la cultura de Galicia. Estudió derecho en las universidades de Santiago de Compostela y Oviedo. En 1934 fundó la Federación de Mocedades Galeguistas y dirigió la revista Guieiro, portavoz de dicha organización. Movilizado en 1936, estuvo encarcelado varios días en el monasterio de Celanova. Finalizada la Guerra Civil española fue redactor jefe de Finisterre.

En 1966 emigró a Venezuela, donde organizó durante un tiempo las actividades culturales de la Hermandad Gallega. Enfrentado con los grupos dominantes de la emigración gallega, regresó a España en 1973 y dirigió el Aula de Cultura Gallega del Ateneo de Madrid. También colaboró como crítico literario de obras publicadas en gallego en el diario ABC.

En su etapa de formación, representada por Cartafol de poesía (1935), se advierten resonancias posmodernistas y sobre todo imaginistas, dentro de la tradición de los movimientos gallegos de vanguardia. También practicó la línea neotrovadoresca, reflejada en el dominio técnico del verso y en los ágiles juegos de imágenes. Con O soño sulagado (1954) se consagró como un poeta de gran habilidad formal, capaz de ordenar los elementos discursivos dentro de una rigurosa construcción con objeto de conseguir un meditado efecto final.

En su libro siguiente, Longa noite de pedra (1962), se propuso recuperar el realismo social de la poesía gallega de su tiempo, lo que lo convirtió en el poeta civil de Galicia. Basándose en una línea satírica y combativa que tiene como precedente inmediato a C. Enríquez, Ferreiro adopta un acento de protesta, acritud y despiadado sarcasmo, con versos ácidos y directos que sirvieron de inspiración y guía a numerosos poetas gallegos de los años sesenta.

MONÓLOGO DO VELLO TRABALLADOR

Agora tomo o sol. Pero até agora
traballei cincoenta anos sin sosego.
Comín o pan suando día a día
nun labourar arreo.
Gastei o tempo co xornal dos sábados,
pasou a primavera, veu o inverno.
Dinlle ao patrón a frol do meu esforzo
i a miña mocedade. Nada teño.
O patrón está rico á miña conta,
eu, á súa, estou vello.
Ben pensado, o patrón todo mo debe.
Eu non lle debo
nin xiquera iste sol que agora tomo.
Mentras o tomo, espero.

Algunos poemas como estos fueron leídos por Roberto en clase...a mí personalmente no me resultó muy dificil el entenderlos en gallego, porque mis padres son de una zona cercana a Galicia...aunque pertenece a Zamora. Son poemas muy descriptivos de la zona, las costumbres, las inquietudes, las penurias que sufren los trabajadores que salen a faenar...

Me gustó mucho este inicio de la clase

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