miércoles, 3 de febrero de 2010

Sweezy capítulos 6 y 8

CAPÍTULO 6: LA TENDENCIA DESCENDENTE DE LA TASA DE GANANCIA.

Para Marx, según el autor, la productividad del trabajo crece de continuo.

Esta es la “ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia” De ella que la tasa de plusvalía es constante, la tasa de ganancia varía en sentido inverso a la composición orgánica del capital. Marx en la teoría de la ley demuestra que, ciertos obstáculos internos se oponían al desarrollo indefinido de la producción capitalista, una composición orgánica ascendente del capital es la expresión de la creciente productividad del trabajo, además la tasa descendente de la ganancia que la acompaña tiene que cerrar al fin los cauces de la iniciativa capitalista. Existen seis causa contrarrestantes, (aunque la sexta se relaciona en realidad con la forma de calcular la tasa de la ganancia, las demás pueden ser clasificadas según que su efecto sea mantener la baja composición orgánica del capital o elevar la tasa de plusvalía). Son los siguientes:

  1. Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso de la maquinaria, elevando la productividad del trabajo, disminuye el valor por unidad del capital constante.
  2. Un aumento dado en la composición orgánica del capital, haciendo bajar el valor del capital constante, actúa en cierta medida como su propio correctivo.
  3. Aumento de la intensidad de explotación. La prolongación de la jornada de trabajo eleva directamente la tasa de plusvalía, aumentando la cantidad de trabajo excedente sin afectar la de trabajo necesario.
  4. Depresión de los salarios más debajo de su valor.
  5. Sobrepoblación relativa. La existencia de trabajadores desocupados conduce a la instalación de nuevas industrias con una composición orgánica del capital relativamente baja y a una tasa de la ganancia relativamente alta.
  6. El comercio exterior, hace posible adquirir materias primas y artículos necesarios para la vida, más baratos que si se produjeran en el país.

Con todo ello será fácil advertir que el análisis de Marx no es ni sistemático ni completo.

Una crítica de la ley: supongamos que la productividad del trabajo se duplica, entonces, puesto que la tasa de la plusvalía inalterable supone que el obrero trabaja la misma cantidad de tiempo para si y la misma cantidad para el capitalista, resulta que la producción total física representada por el salario como la producción total física representada por la plusvalía se han duplicado también. Una de las características que distinguen al capitalismo es que el trabajo pasado, en forma de capital constante, tiene una relación de competencia con el trabajo viviente y frena las demandas de este último. La suposición de una tasa constante de la plusvalía con la productividad ascendente del trabajo parece pasar por alto este efecto. Tenemos que suponer que la creciente composición orgánica del capital marcha pari passu con la tasa ascendente de la plusvalía. La tasa de la ganancia bajará si el porcentaje de aumento de la tasa de la plusvalía es menor que el porcentaje de disminución en la proporción del capital variable con respecto al capital total. De esta forma ¿es lícito suponer que los cambios en la composición orgánica del capital serán tan superiores a los cambios en la tasa de la plusvalía que los primeros dominarán los movimientos en la tasa de la ganancia? Si es así, la suposición de Marx de una tasa constante de la plusvalía podría considerarse útil. La mayoría de los escritores marxistas han pensado lo mismo. Pero la composición orgánica del capital es una expresión de valor y el crecimiento en el volumen de maquinaria y materiales por obrero no debe considerarse como un índice del cambio en la composición orgánica del capital. Sería preferible mirar primero el aumento “original” en la composición orgánica para observar los efectos de éste en la tasa de la ganancia. Podría afirmarse así que la tasa del aumento en la composición orgánica parecería mucho mayor y que solo una de las “causas contrarrestantes” impide que este hecho aparezca en las estadísticas. Aunque parece mejor usar la expresión “cambio en la composición orgánica del capital” en el sentido neto que toma en cuenta el abaratamiento de los elementos del capital constante. La ley de la tendencia descendente de la tasa de la ganancia de Marx no es muy convincente, no es posible demostrar una tendencia descendente de la tasa de la ganancia comenzando el análisis por la composición orgánica ascendente del capital. Si los actos de los capitalistas tendrán éxito en la restauración de la tasa de la ganancia o si actuarán solamente para apresurar su descenso, es algo que no se puede apoyar en razones teóricas generales. Los capitalistas sufren siempre la tentación de intentar un aumento en la tasa de la plusvalía por este medio, y no parece muy dudoso que el contrapeso que resulta a la tendencia descendente de la tasa de la ganancia sea continuo y pueda ser a veces importante. Además existen otras fuerzas tendentes a deprimir la tasa de la ganancia:- Sindicatos; el ejército de reserva es el obstáculo más importante que impide a los trabajadores participar de las ventajas del desarrollo industrial. Para vencerlo los obreros se agrupan en obstáculos.- Acción del estado en beneficio de los trabajadores; a través de: la limitación legal de la jornada de trabajo, el seguro de desempleo, y en EEUU la legislación destinada a salvaguardar el derecho de contratación colectiva.- Organizaciones patronales; actúan para mejorar la posición contractual del capital frente al trabajo.- Exportación del capital; para mitigar la presión sobre el mercado de trabajo doméstico e impide que la acumulación tenga todo su efecto depresivo sobre la tasa de ganancia.- Formación de monopolios; con la esperanza de mejorar su propia tasa de ganancia- Acción del estado en beneficio del capital; por ejemplo con las tarifas protectoras. Esta enumeración demuestra la gran variedad de fuerzas dispares y aparentemente sin relación, que tienen un foco en común en sus efectos sobre la tasa de ganancia.

CAPÍTULO 8: LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS.

Marx dijo: “La crisis real puede explicarse sólo por el movimiento real de la producción capitalista, de la competencia y del crédito.” La producción simple de mercancías y la crisis. Si se interrumpe el proceso de circulación (A compra a B, A deja de comprar a B, al dejar de vender a A, B no puede comprar a C y C no puede comprar a D) se creará la situación de crisis, en la que coinciden mercancías no vendibles y necesidades insatisfechas. Si cada productor produce más de lo que pueda vender, se producirá una crisis de sobreproducción. La causa estará en por qué el productor interrumpe el proceso de cambio de sus propios productos por los productos de otros (o por qué A vendió y no pudo comprar). El atesoramiento, acumulación inducida por la ambición, es una de las razones que pueden explicar una crisis. Pero hay que tener en cuenta que dicho atesoramiento no sucede de en un instante, sino que lo normal es que se produzca gradualmente durante un largo período de tiempo. Un aumento adecuado en la oferta total de la mercancía dinero lo compensaría, de dicha manera el atesoramiento no causará efecto alguno en la economía. En caso de que no sea así, ejercerá una influencia depresiva tanto en la circulación como en la producción. La ley de Say dice que: considerando correcta la tesis de que las crisis y la sobreproducción son improbables bajo la producción simple de mercancías, implicará considerar la tesis falsa de que las crisis y la sobreproducción son imposibles en cualquier circunstancias. Si uno vende y deja de comprar el resultado es la crisis y la sobreproducción. El capitalismo y las crisis: el fundamento racional de M-D-M es claro. La producción simple de mercancías es producción para el consumo, y ello implica la improbabilidad de las crisis y de la sobreproducción en la producción simple de mercancías (siendo M igual) D-M-D, la forma dominante de la circulación del capitalismo, será entonces diferente, ya que carecería de sentido que la primera D fuera menor a la última. Tenemos entonces un nuevo comportamiento no observable de la producción simple de mercancías: el capitalista devuelve constantemente su capital a la circulación, y por ello el carácter del proceso mismo de la circulación muta. Esto es relevante ya que una crítica que se le da a la economía política es que supone que cada uno es impulsado por el deseo de obtener ganancias, o bien supone que cada uno se interesa exclusivamente en los valores de uso. En realidad el capitalista lo que desea es elevar al máximo su tasa de la ganancia. Cada capitalista decidirá si devuelve capital a la circulación o lo acumula en forma de dinero, sin olvidar que deberá reinvertirlo para seguir siendo un capitalista. Si las condiciones son desfavorables invertirá en otra producción y si todas son desfavorables, esperará para reinvertir en una mejor situación por lo que no se puede concluir que la tasa de ganancia sea negativa, favorezca la aparición de la crisis y, entonces, deba desaparecer. La forma específica de la crisis capitalista es una interrupción del proceso de la circulación debida a un descenso en la tasa de ganancia más allá de su nivel ordinario. Se diferencian los empresarios y los poseedores de capital en que los primeros considerarán que se puede invertir mientras la tasa de ganancia que percibe sea mayor que el tipo de interés que se vea obligado a pagar a los poseedores de dicho capital. De no ser así le basta con dejar de invertir, con lo que la circulación se interrumpe y sobreviene la crisis. Existen tipos de crisis, por ejemplo si se produce más de lo que el mercado pueda absorber, el precio de mercado caerá por debajo del valor, y la ganancia disminuirá o desaparecerá. Si esto ocurre en un número suficiente de industrias al mismo tiempo, el resultado es el descenso de la tasa de la ganancia, seguido de una crisis. Por ello la disminución del beneficio augura el desequilibrio intensificado por la correspondiente crisis. Hay que diferenciar entre:

  • las crisis relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia.
  • las crisis de realización.

Ambas partirán de un descenso de la tasa de la ganancia, pero este descenso en la tasa de la ganancia se deberá a diferentes razones según el caso.

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